Lo que no puedes perderte en la Comunidad Valenciana
La Comunidad Valenciana es maravillosa, y no, no nos referimos únicamente a Valencia, Alicante y Castellón. Todo el territorio cuenta con motivos más que suficientes para ser visitado. Desde encantadores pueblos de interior, a núcleos urbanos frente al mar o maravillas naturales con paisajes al más puro estilo Mediterráneo. De norte a sur, tanto en el interior como en el exterior de la comunidad, encontrarás lugares tan emblemáticos e imprescindibles como los siguientes.
¿Qué debemos visitar en la Comunidad Valenciana?
Morella, por ejemplo. Este pueblo de Castellón no sólo es uno de los pueblos más bonitos de la Comunidad Valenciana. Morella ha sido infinidad de veces nombrada como uno de los pueblos más bonitos de toda España. Motivos no faltan. Una ubicación privilegiada, en lo alto de un cerro. Un castillo que la corona y que es visible paseando por sus calles. Visitar Morella será algo que te llenará de magia, visita nuestro artículo qué ver en Morella en 2 días para planificar tu escapada.
El ambiente medieval de sus calles es insuperable. Calles empedradas con un sinfín de casas solariegas, iglesias románicas y góticas y rinconcitos agradables en los que degustar cualquiera de sus delicias gastronómicas, como el ternasco, la sopa morellana o el conejo con caracoles, o, por supuesto, comer paella valenciana que, aunque no es la especialidad de esta localidad, no podemos olvidar en la región que nos encontramos.
Otro lugar maravilloso de la Comunidad Valenciana es Bocairent, en la provincia de Valencia. Con una historia que comienza ya en el Neolítico, este lugar fue habitado por íberos y romanos. Muchos son los restos de sus habitantes pasados, que han sido conservados dando como resultado un pueblo de esos que se convierten en imprescindibles.
Calles de entramado medieval que discurren sobre un cerro. Un casco antiguo que es una auténtica delicia para los sentidos y patrimonio como la iglesia parroquial de la Virgen de la Asunción, les Covetes dels moros, el monasterio rupestre, el barrio de la Villa de Bocariente o la Torre de Mariola.
Bocairent – Valencia
La provincia de Alicante también cuenta con castillos. El mejor de los ejemplos es el Castell de Guadalest. Es uno de los rincones más mágicos de toda la Comunidad Valenciana. Un lugar pequeño, no demasiado grande, sí, pero con un encanto que lo supera en dimensiones y población.
El pueblo, muchas veces construido entre la roca, ya es todo un descubrimiento. No obstante, no hay que olvidar que la estrella es la gran fortaleza que lo preside. Un castillo construido en el siglo XI por los musulmanes, sobre la roca, en la parte más alta del municipio. Ascender y disfrutar del paisaje natural que rodea a Guadalest es una de las mejores actividades que puedes hacer aquí.
Más cerca de la capital, Valencia, se puede encontrar el Castillo de Sagunto. Pocos valencianos no lo conocen personalmente; y es que es uno de sus tesoros mejor guardados. Se trata de una fortaleza cuyo origen es tan antiguo como el origen de la ciudad en sí, Sagunto; y es que los íberos ya se establecieron en esta zona.
Hay que decir que se le conoce como el castillo romano de Sagunto, haciendo reverencia al momento en el que se conocía como Saguntum. No obstante, para ser sinceros, en la fortaleza quedan restos de otras culturas y civilizaciones, como los godos o los árabes.
¿Y las playas más bonitas? Dicen que, en Alicante, aunque lo cierto es que toda la costa de la Comunidad Valenciana cuenta con playas espectaculares, y también con pueblecitos encantadores. Por ellos, os recomendamos visitar Peñíscola (Castellón). Con el título de ciudad desde 1707, se eleva sobre una península rocosa. Esto, antiguamente, hacía que cuando subía la marea, el núcleo urbano quedara completamente aislado, como una isla. Una vez se construyó el puerto esto dejó de pasar.
Destaca su casco viejo, lleno de callejuelas, callejones y rincones con vistas al mar. Pero, además, también es destacable, y completamente imprescindible, el famoso Castillo del Papa Luna.
Si hablamos de parajes naturales la cosa no decae; y es que en toda la Comunidad es posible visitar refugios naturales de gran interés paisajístico. Un buen ejemplo es el Parque Natural de las Hoces de Cabriel, entre Valencia y Cuenca. El mayor paraje protegido por toda la Comunidad, lleno de barrancos, formaciones rocosas y una flora y fauna muy propia de la tierra.
Entre Valencia y Castellón destaca el Parque Natural de la Sierra Calderona. Pinares, roca caliza y un relieve realmente abrupto, son el mejor telón de fondo para las comarcas de L´Horta, Camp de Túria o Camp de Morvedre.
Por último, destacar tres excursiones imprescindibles. La excursión de Tabarca, una isla a tan sólo 22 kilómetros de Alicante (la más grande y la única habitada de la Comunidad Valenciana), las Islas Columbretes, que son 4 islas volcánicas en frente de la provincia de Castellón y el Peñón de Ifach en Calpe, uno de los accidentes geográficos más bonitos de todo el Mediterráneo.
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